Prompts para Humanos
El uso de prompts en el contexto de la inteligencia artificial (IA) es bastante común. Curiosamente, este concepto también puede ser extrapolado y aplicado al comportamiento humano.
Hacia 2019, la Inteligencia Artificial (IA), de la mano de OpenAI y Chat GPT-2, comenzó a popularizarse aceleradamente. Es probable que la mayoría de ustedes sepan qué es un prompt en el contexto de un Modelo de Lenguaje de Gran Tamaño (LLM por sus siglas en inglés), pero los prompts pueden ser también de gran utilidad para las personas. En última instancia, no somos tan diferentes, y los LLMs están inspirados en el funcionamiento del neocórtex. Ray Kurzwell lo explica muy bien en su libro "¿Cómo crear una mente?".
TENDENCIAS AUTOMÁTICAS
La mayoría de las acciones que realizamos son automáticas, condicionadas por nuestra biología, cultura, creencias y numerosos atajos mentales que minimizan la cantidad de decisiones que debemos tomar. Nuestros cerebros operan bajo un principio de eficiencia de recursos, maximizando la toma de decisiones automatizada y liberando tantos recursos cognoscitivos como sea posible para mantenernos alertas y preparados para cualquier peligro que pueda haber en el entorno.
Un buen ejemplo de esto es cuando cae la tarde y vemos que se va oscureciendo: muchos decidimos que es hora de cenar, independientemente de cuánto tiempo haya pasado desde la última comida, cuánta energía hayamos gastado en las últimas horas o incluso si tenemos hambre. Cenar a cierta hora suele ser una buena decisión y nuestros cerebros simplemente dejan de cuestionarlo y lo convierten en una acción automática. Sin embargo, estos hábitos, heurísticas y creencias que formamos durante nuestras vidas son en general de ayuda, pero también pueden ser limitadores peligrosos, ya que operan en nuestros puntos ciegos y no solemos ser conscientes de ellos.
EL PODER DE LAS DISTRACCIONES
La mente humana funciona principalmente por asociación de ideas y es esencialmente una máquina estadística de reconocimiento de patrones, no muy distinta a un LLM. Cuando algo nos distrae, entendido como un estímulo externo no relacionado con la tarea que hemos empezado, es inevitable que nuestras mentes empiecen a divagar de forma automática. Si no estamos atentos, esta divagación puede persistir por un buen rato sin que nos demos cuenta. De una forma u otra, regresar a la tarea inicial trae aparejado un desgaste considerable llamado costo de cambio de contexto (context switching cost).
Entonces, ¿cómo podemos mejorar la eficiencia de nuestro trabajo? El primer paso es reducir al mínimo las potenciales distracciones. Quizás una de las más populares y peligrosas sean los teléfonos móviles que llevamos con nosotros diariamente. De hecho, hay estudios que demuestran que la mera presencia del teléfono, aunque esté apagado, reduce nuestras capacidades cognitivas.
Si nos preparamos para dar una charla extensa, es útil tener un vaso de agua a la mano. Así, si la sensación de tener la boca seca surge en segundo plano, podemos mitigarla con un sorbo de agua (que, por supuesto, haremos de forma automática). El objetivo es evitar que esta pequeña distracción se convierta en una preocupación mayor que pueda desviar nuestra atención de la tarea principal, o que se amplifique al interactuar con nuestros patrones de pensamiento automáticos. Como ilustración, podríamos vernos llevados a creer que somos malos oradores y atribuir la sed a los nervios de enfrentar una tarea que percibimos como difícil, cuando, en realidad, podría ser simplemente que necesitamos hidratarnos.
SESGOS
Los sesgos son tendencias o patrones de acción o pensamiento que, por efecto de la mera repetición, se han grabado en nuestras mentes. Las conexiones neuronales vinculadas a estos sesgos se refuerzan cada vez que los usamos, volviéndose difíciles de modificar. Incluso si somos conscientes de nuestros sesgos, eliminarlos lleva esfuerzo y tiempo, ya que requerimos literalmente sobreescribir nuestras redes neuronales. Y, como seres biológicos, esto debe hacerse mediante repetición y evaluación consciente, sin poder implementar atajos por más voluntad que invirtamos.
Como ejemplo, les comparto el caso de uno de los sesgos más populares y extendidos dentro de la cultura de los Estados Unidos: la creencia de que los afroamericanos no son buenos en matemáticas. Los investigadores quisieron probar si recordarles a las personas afroamericanas su raza podría tener un impacto en su desempeño al resolver un examen de matemáticas. Para muchos, esto podría parecer una premisa disparatada, pero resulta que somos sumamente influenciables. La forma en que midieron el impacto fue colocando la hoja donde se pregunta sobre la raza al principio del examen en el grupo expuesto, y al final en el grupo de control. Este pequeño cambio les "recordó que eran afroamericanos" y disparó el sesgo negativo.
PROMPTING PARA HUMANOS
Antes de volver al tema del prompting, quiero aclarar que esto no tiene nada que ver con conceptos relacionados con el pensamiento mágico, como la "ley de atracción". En el contexto del ejemplo anterior, pensar que te irá excelente en una prueba matemáticas no va a hacer que una fuerza exterior venga a tu rescate. Sin embargo, recordar que has estudiado, que dominas los temas sobre los que serás evaluado y que, a pesar de la creencia popular, tu camino no tiene por qué ser el mismo, sí puede ser efectivo.
Habiendo aclarado eso, la creación de un buen prompting para humanos debe considerar la gestión de entorno, la concienciación de sesgos y la definición del contexto.
GESTIÓN DE ENTORNO
La clave es la proactividad. Lo ideal es mantener un entorno con la menor cantidad posible de potenciales distracciones y anticipar futuras necesidades. Dejar el teléfono en un lugar alejado y fuera del alcance de la vista, desactivar notificaciones y mantener el orden en el espacio de trabajo pueden tener un gran impacto en el rendimiento.
Es útil tener un espacio de trabajo separado del espacio de esparcimiento, si es posible. No necesitan ser ambientes separados, pero sí lugares que desencadenen asociaciones automáticas que nos ayuden a lograr nuestros objetivos. Por ejemplo, se podría usar el escritorio para trabajar, pero si se está tomando un descanso para revisar las redes sociales o enviar mensajes, se puede hacer desde el sofá. De esta manera, nos entrenamos para reconocer que cuando nos sentamos en el escritorio, nos estamos preparando para trabajar. Nos estamos condicionando para tener una respuesta deseada, similar a lo observado en el famoso experimento de Pávlov.
CONCIENTIZACIÓN DE SESGOS
Aprender a reconocer nuestros propios sesgos y hacernos conscientes de ellos es la mejor herramienta. Esto es más sencillo de lo que parece pero requiere tener un buen autoconocimiento. Para ilustrar, yo tiendo a improvisar el día y ser impulsivo en la toma de decisiones. Uno de mis prompts diarios me recuerda esto y la importancia de planificar la jornada laboral.
Algo que realmente hace una diferencia es decir los prompts en voz alta. Por un lado, al hablar en vez de solo leer el prompt estamos generando coherencia y refuerzo de los estímulos. Por otro lado, nos permite tomar distancia de la situación y de algún modo, al decirnos en voz alta las cosas se siente, simultáneamente, como si lo estuviéramos diciendo a otra persona (lo cual suele ser más sencillo) y a la vez como si estuviésemos recibiendo el mensaje de un tercero (a veces somos más receptivos a los mensajes externos que a los internos). Aunque parezca extraño, la neurociencia muestra que al hacerlo de este modo se activan las mismas regiones del cerebro que se activan al interactuar con alguien más.
DEFINICIÓN DEL CONTEXTO
En la vorágine del día a día, solemos olvidar por qué hacemos lo que hacemos. Proporcionarnos este contexto nos permite activar las asociaciones mentales que buscamos, brindarnos mayor enfoque y, a la vez, puede ayudar a disipar preocupaciones. Digamos que estamos por comenzar una llamada de ventas, nuestro prompt podría decir: "aunque las ventas no son mi pasión, las hago porque son fundamentales para el éxito de mi startup y es importante que comunique con una actitud positiva".
La relación cuerpo mente es bidireccional, no contamos con estructura top-down
Desde hace tiempo se sabe que el estado emocional afecta nuestra postura física, nuestras expresiones faciales y tono de voz. Lo que no es tan conocido es que la relación en sentido inverso también funciona, por lo que "fingir" un tono alegre y mostrar una postura erguida y confiada no solo mejorará la efectividad de nuestra comunicación, sino que también mejorará nuestro estado de ánimo. La interrelación entre la mente y el cuerpo es bidireccional; no se trata de un sistema de arriba hacia abajo en el cual el cuerpo funciona solo en respuesta a lo que le indica nuestros cerebros como meros muñecos de trapo.
RESUMIENDO
La gestión del entorno, la concienciación de sesgos y la definición del contexto son tres aspectos fundamentales para elaborar un buen prompting para humanos. Al igual que los Modelos de Lenguaje de Gran Tamaño (LLMs) responden a prompts para generar respuestas, los humanos también pueden beneficiarse de utilizar prompts que nos ayuden a dirigir y enfocar nuestras acciones y pensamientos de manera más efectiva. Al final de cuentas, nuestro cerebro también opera como una sofisticada máquina estadística de reconocimiento de patrones. Conociendo y manejando nuestros sesgos, gestionando proactivamente nuestro entorno para minimizar las distracciones y teniendo claro el contexto de nuestras acciones, podemos optimizar nuestro rendimiento, reducir la cantidad de decisiones que debemos tomar y liberar recursos cognitivos, asimilando de alguna manera los beneficios que los prompts brindan a la IA, al quehacer humano.